Se llama Paula. Se presentó en el salón de plenos entre el público y cuando se debatía una moción de IU sobre los desahucios, pidió la palabra, que Fragoso, no le dio invitándola a solicitar intervenir al finalizar la sesión. Insistió porque no entendía cómo era el proceso burocrático que no le permitía hacerse oír, hasta que declinó y decidió esperar. Al finalizar la sesión, Fragoso le concedió la palabra y contó que no pertenece a ningún partido y que le van a quitar su casa. Reprochó al PP que no apoye a los desahuciados y que beneficie a los bancos y se fue lanzando reproches, desesperada.