TNto es la primera vez y no será la última. Va unida, no digo de manera inexorable pero sí con asiduidad excesiva, al ejercicio del poder o a la búsqueda del mismo. Vileza o pecado, como quieran llamarlo. Abundantes ejemplos encontramos en la historia de todos los pueblos, y más de uno en la nuestra reciente. No es la primera vez que nos encontramos con la corrupción y la mentira, y no será la última porque el corrupto es experto en buscar las vueltas a cuantas leyes pretendan poner límites a la moralidad indecente. Viven bien mientras sus fechorías permanecen ocultas, pero cuando se destapan asistimos a un rosario de desmentidos y (¿presuntas?) mentiras. Sí, presuntas, que todo el mundo tiene derecho a defenderse y serán al final las pruebas las que pongan blanco sobre negro, y los jueces quienes decidan, pero los ciudadanos que asistimos descorazonados, día a día, al relato de tanta corrupción presunta, tanto presunto cobro de billetes de quinientos, tanto regalo, también presunto, a cambio de presuntas futuras concesiones, los ciudadanos ya no sabemos qué hacer, qué pensar, en qué creer y qué esperar. Si no resultara tan asqueroso, si no nos fuera la vida como sociedad en ello, veríamos los informativos con el morbo indiferente de cualquier programa del corazón, pero no es posible. Son nuestros políticos a los que oímos mentir presuntamente, tratar de explicar lo que, a todas luces y siempre de forma presunta, no tiene explicación. Son nuestros políticos aunque no pertenezcan al partido que hemos votado o sean de un partido, un gobierno y una comunidad distinta a la nuestra. Son nuestros políticos porque todos forman parte esencial de nuestra democracia, y la están debilitando.

Desearía no angustiarme y asistir tranquila, con palomitas y refresco, a los nuevos capítulos de cada día, pero no puede ser. Nos han robado, nos siguen robando, de muy variadas maneras. Robar (lo digo sin presunción alguna) es aceptar dinero porque el que lo da espera, y el que espera acaba llevándose lo que es de todos de las arcas públicas.

Mañana asistiremos a nuevos capítulos, y así un día y otro van desfilando los presuntos.