La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, ha iniciado las gestiones ante la Guardia Civil para que ésta ceda los pisos vacíos que tiene en la barriada de Suerte de Saavedra, y que dejaron libres sus efectivos cuando se trasladaron a Santo Domingo. La intención es realojar provisionalmente allí a una treintena de familias que actualmente viven en Los Colorines y han solicitado salir de este lugar.

Esta noticia trascendió ayer en el transcurso de la reunión que Pereira y el jefe superior de la Policía Nacional, Eusebio Escribano, mantuvieron con la asociación de vecinos de El Gurugú, en la que su presidente, Ricardo Cabeza, trasladó su inquietud por la inseguridad ciudadana que se vive en Los Colorines, agravada en los últimos días tras los daños causados a la oficina que la Agencia de la Vivienda tiene en esta barriada.

La Policía Nacional también iniciará a partir del lunes "un plan de choque especial" contra el tráfico de drogas en Los Colorines, donde habrá una dotación policial, integrada por un grupo de 7 a 9 agentes de forma permanente, según le comunicó Carmen Pereira a la asociación de vecinos de El Gurugú.

Ricardo Cabeza recordó que la Agencia de la Vivienda ha realojado ya a unas 50 familias de Los Colorines en distintos puntos de la ciudad, sin embargo las peticiones para salir de este barrio se han incrementado, por lo que quedan aún otras treinta familias por realojar.

La idea de la Delegación del Gobierno es que las personas que viven en los tres bloques de pisos de la Guardia Civil en Suerte de Saavedra se reagrupen en dos y dejen libre uno, que albergaría a los vecinos procedentes de Los Colorines, "que son personas normalizadas que desean salir de allí porque están viviendo un auténtico calvario", según Ricardo Cabeza. Uno de estos edificios hace de residencia para los hijos de guardias civiles que estudian en Badajoz, que serían trasladados a las viviendas que la Guardia Civil tiene en la frontera de Caya, una zona más próxima a la universidad.

AYUDA DEL AYUNTAMIENTO La cesión de estos pisos sería provisional, hasta que la Agencia de la Vivienda pueda encontrar otras casas. "De conseguirse esto se solucionaría el problema de los realojos de un golpe", según el presidente de vecinal, quien pidió la implicación del ayuntamiento, que, en su opinión, tiene abandonada la zona, tanto en la limpieza como en el alumbrado. "Siguen sin subir los taxis, ni el autobús ni el butano, después de años demandándolo", según señaló.