La Guardia Civil detiene a cuarenta personas en 19 provincias, una de ellas en Badajoz, acusadas de formar parte de una organización dedicada al robo de galgos de caza, en dos operaciones en las que ha recuperado 226 perros de esta raza, algunos de los cuales alcanzaban un valor superior a los 30.000 euros.

Los detenidos robaban perros de caza de excelentes cualidades para la competición, apuestas ilegales o la venta, mientras que los animales menos aptos eran sacrificados o utilizados como "sparring" para entrenar a otros perros de pelea, según recoge la agencia Efe.

Para eludir los controles, la organización retiraba el microchip original por medio de un pequeño corte en la oreja de los galgos sustraídos e implantaba un microchip de otro perro legalmente adquirido por la banda y que tuviera características morfológicas similares.

Antes de robar a los animales, la organización contaba con "ojeadores" que se desplazaban a ferias, concursos y mercados, donde seleccionaban a los mejores perros.

Una vez marcado el objetivo, los ojeadores intentaban realizar la compra, pero ante la negativa de sus propietarios, recababan los datos necesarios para el seguimiento y localización del perro, con el fin de sustraerlo.

Para cometer el robo, no dudaban en emplear la fuerza y en algunos casos intimidaban a los dueños para que no denunciaran el hecho.

En los días posteriores al robo, los animales eran escondidos por otro grupo de personas que, a cambio, recibían parte de los cachorros que nacían del cruce de los perros de competición sustraídos

En las operaciones Harry y Clavijo, iniciadas en Cuenca y Zamora y que se han extendido a otras provincias de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Extremadura y Madrid, los agentes se han incautado de dos armas cortas, una carabina, una escopeta de cañones recortados y una escopeta con la numeración borrada.

En los 48 registros realizados, uno de ellos en Badajoz, en la que se recuperaron cuatro perros, los agentes han encontrado también más de 300 documentos caninos, microchips y jeringuillas de uso veterinario.

Ambas operaciones continúan abiertas por lo que no descartan nuevas detenciones.