Un ciudadano rumano, A.M., de 37 años, y otro español, J.A.M.A., de 41 años, han sido detenidos en Almendralejo como presuntos autores de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de los trabajadores, así como otro de extorsión y lesiones. Según informó a EFE la Delegación del Gobierno, la operación, denominada 'Entrerríos', fue llevada a cabo por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de la localidad pacense y de la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, y las detenciones tuvieron lugar el pasado día 3. La investigación comenzó a través de informaciones sobre un ciudadano rumano, residente en Valdivia que traía compatriotas suyos a España para ofrecerles trabajo en la recolección de frutas en diversos pueblos de Extremadura, a cambio de dinero. Tras contrastar los datos, los efectivos del Cuerpo Nacional se trasladaron a la localidad e identificaron al sospechoso, que hacía de intermediario entre los empresarios y la mano de obra, con su comisión correspondiente. El detenido pagaba los gastos del viaje hasta Almendralejo, unos noventa euros, alojaba a los trabajadores en un domicilio de la calle Tercio y les informaba de que le tenían que pagar mil euros por el viaje, con la amenaza de que, de lo contrario, no trabajarían en Extremadura. Además, les retiraba los pasaportes, que eran custodiados por el ciudadano español, para asegurarse el cobro de esa cantidad, de tal manera que cobraba de los empresarios 33 euros por cada trabajador y día, y sólo les entregaba 17 euros. Los ciudadanos rumanos eran trasladados al campamento de rumanos ubicado entre Villanueva de la Serena y Valdivia, donde vivían en tiendas de campaña, bajo vigilancia, y desde donde eran repartidos, a diario, a su lugar de trabajo en una furgoneta Ford Transit, propiedad del detenido. Por otro lado y para aumentar los beneficios, el detenido aprovechaba su contacto con empresarios y agricultores para ofrecer trabajo a personas desempleadas residentes en Valdivia y sus alrededores, que se reunían diariamente sobre las 06:00 horas en las inmediaciones del Bar "La Parada" de esa localidad. El detenido buscaba el número de trabajadores demandado a diario por los empresarios y los ponía en contacto con éstos, a cambio de una comisión de cinco euros por trabajador, que era descontada del sueldo de cada uno. La policía intervino varias libretas con anotaciones y dos vehículos, los detenidos pasaron a disposición judicial y la Autoridad Judicial decretó prisión para el ciudadano rumano.