Policías nacionales de la Brigada de la Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Badajoz detienen a dos personas acusadas de tráfico de estupefacientes. Según la agencia Europa Press, los detenidos son residentes en Sevilla y tienen 33 y 39 años, con antecedentes policiales.

La detención se produjo el día 11 de noviembre y con ella se abortó la introducción de drogas en esta ciudad, es como consecuencia de los controles aleatorios que se establecen en los diferentes accesos por carretera a Badajoz, en los que se intentan detectar vehículos y personas "sospechosas" que pudieran transportar drogas o armas en sus vehículos, con las que poder surtir a pequeños traficantes de estupefacientes, tanto en esta capital como en la provincia.

Este control concretamente se ha realizado en la carretera de Sevilla, donde los agentes actuantes han observado a un vehículo, ocupado por una persona, que se ha detenido a la salida de una estación de servicio, permaneciendo el conductor en el interior del mismo, y poco después llega otro vehículo al lugar, deteniéndose junto al anterior, no sin antes realizar una brusca maniobra de entrada al sitio donde se encontraba estacionado el primero, lo que alertó a los agentes policiales.

Poco después, los dos coches emprenden la marcha hacia Badajoz, por lo que los agentes deciden identificar a los ocupantes de los vehículos, quienes, lejos de detenerse al percatarse de la presencia policial, realizan una brusca maniobra para evitar ser interceptados, logrando los agentes darles alcance pocos metros después.

Tras una exhaustiva búsqueda en el interior de los vehículos, y ya en dependencias policiales, se logra detectar en el interior del maletero de uno de ellos "tres dobles fondos", y en la parte delantera se localizan dos cavidades más, perfectamente disimulados y adaptados para la ocultación de objetos.

Allí se localizan e intervienen ocho paquetes precintados conteniendo en su interior tabletas de hachís, 47 bellotas de la misma sustancia estupefaciente, una pistola de calibre 6.35 mm, y abundante munición, 272 euros en efectivo, varios teléfonos móviles y una defensa extraíble.

La sustancia intervenida ha arrojado un peso de 8.631 gramos, que en el mercado ilícito podría alcanzar un beneficio de más de 40.134 euros.