Un conductor fue detenido ayer y trasladado a la comisaría tras negarse a que le hicieran la segunda prueba de verificación de alcoholemia. El hombre fue interceptado por la Policía Local cuando conducía en estado ebrio por la Ronda Norte. Fue la llamada de una conductora, que vio cómo el coche iba haciendo eses y giros extraños, la que alertó a los agentes policiales de la situación.

Al parecer, el hombre fue visto conduciendo en ese estado desde la rotonda donde se encuentra el concesionario de Renault hasta la altura de la calle Bilbao, en la Ronda Norte.

La policía no pudo practicar la segunda prueba para verificar el índice de alcoholemia, que exige la normativa, por lo que quedó detenido por desobediencia a la autoridad.