Encapuchado, vestido de camuflaje y armado con una catana con una hoja de 30 centímetros. Así accedió ayer un hombre a la sucursal de Caja de Badajoz de la avenida Felipe Trigo, en Suerte de Saavedra, sobre las 8.30 horas, cuando en la oficina se encontraban un empleado, la limpiadora y al menos una decena de clientes, según los testimonios recabados por este diario.

El hombre amenazó al empleado y logró que le entregase los 840 euros que había en ese momento en el mostrador de caja, pero no pudo huir con el botín, ya que cuando salió la Policía Nacional lo estaba esperando en la puerta y lo detuvo. Fue la limpiadora, que junto al resto de clientes se habían refugiado en el cuarto de baño y en un almacén, quien alertó de lo que estaba ocurriendo con una llamada.

Varias dotaciones de la Policía Nacional y de la local se personaron en el lugar, donde observaron a través de una de las ventanas al presunto atracador, que estaba apoyado en el mostrador y con la cara cubierta. Se estableció un perímetro de seguridad y en cuanto el hombre cruzó la puerta de la entidad se le detuvo, encontrando entre sus pertenencias la catana, unos guantes y los 840 euros sustraídos en un sobre.

El detenido, de 49 años, cuenta con antecedentes por hechos similares, entre ellos, el atraco a una oficina de Cajalmendralejo en la avenida Carolina Coronado en julio del año pasado, en el que amenazó al empleado con una pistola de fogueo. Entonces se apoderó de más de 10.200 euros, que no fueron recuperados, fue detenido y el juez ordenó su ingreso en prisión. Ayer fuentes policiales no supieron precisar si este último atraco lo ha cometido mientras disfrutaba de un permiso carcelario.

Al parecer en el robo de ayer a la oficina de Caja Badajoz, el atracador intentó que el empleado abriese el dispensador de billetes que había tras el mostrador de caja y también el cajero automático, aunque desistió cuando le explicó que tenía retardo y que debía introducir unos códigos.

Este es el tercer atraco que sufre esta sucursal desde el 2005. Ese año un hombre armado con una pistola amenazó a dos empleados y logró huir con el botín. También en abril del 2011, otro ladrón amedrentó con un arma blanca a un trabajador y se llevó el dinero que había en el mostrador de caja.

Tras el suceso de ayer, una trabajadora sustituyó al empleado que estaba en el momento del robo y la oficina reabrió para atender a los clientes antes de las once de la mañana.