Una persecución de película en la que no faltaron carreras a gran velocidad por carreteras comarcales e intentos del perseguido de echar al vehículo policial de la calzada. Pero al final no pudo escapar de sus perseguidores. Agentes de la Policía Nacional detuvieron la madrugada del pasado 28 de febrero, tras perseguirlo durante más de 50 kilómetros, a un hombre de 41 años, vecino de Mérida, al que le constan numerosos antecedentes por diferentes hechos y además carece del carnet de conducir, que le fue retirado en septiembre del 2016.

Todo comenzó en la barriada de Los Colorines de Badajoz, donde el grupo de estupefacientes de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Badajoz tenía establecido un dispositivo de control y vigilancia, dentro de los planes operativos de lucha contra el tráfico de drogas. El objetivo de este control era localizar a personas que se pudieran desplazar a Los Colorines desde otras localidades para abastecerse de sustancias destinadas a su posterior venta. Sobre las dos de la madrugada, los agentes observaron la llegada de un vehículo ocupado por una sola persona que se introdujo en la barriada, abandonándola veinte minutos después. La policía intentó pararlo e identificarlo, pero el conductor emprendió la huida a gran velocidad hacia la autovía en dirección Madrid, por lo que los agentes dieron inmediatamente el aviso para establecer un dispositivo de seguimiento. Aunque utilizaron medios acústicos y luminosos, el perseguido hizo caso omiso a las advertencias. La persecución se desarrolló por la autovía hasta que el coche del detenido se dirigió por la carretera de Almendralejo y posteriormente se desvió hacia Aceuchal, localidad donde reside. Durante el trayecto, el vehículo perseguido circuló a velocidades superiores a las permitidas y trató de impactar contra el coche policial para intentar expulsarlo de la vía en numerosas ocasiones. Una vez que llegó a Aceuchal, el conductor abandonó el vehículo e intentó huir a pie por diferentes calles, pero fue interceptado e inmovilizado, momento en el que opuso una fuerte resistencia, llegando a lesionar a uno de los policías. Finalmente, los agentes comprobaron que en maletero del coche escondía 31 gramos de cocaína y 21 de heroína. Por todo ello, fue detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública, otro contra la seguridad vial y atentado a agente de la autoridad.