Un vecino de San Roque, de 57 años y sin antecedentes, es una de las siete personas detenidas por la Policía Nacional acusadas de compartir pornografía infantil a través de un video chat en internet. La operación, que se ha desarrollado en diferentes provincias españolas, se inició cuando los agentes fueron informados a través de canales internacionales y por parte de la propia plataforma de internet, de la existencia de un grupo que intercambiaba material de contenido sexual en el que aparecían menores.

Los investigadores comenzaron a identificar y a localizar a los sospechosos. En el caso de Badajoz, el acusado, considerado uno de los tres usuarios más activos del grupo junto a otros dos de Salamanca y Madrid, fue detenido el pasado mes de julio y está en libertad con cargos, según confirmaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía en Extremadura. No consta que el vecino pacense tenga una profesión en la que mantenga relación con menores de edad.

Estos tres tenían una «amplísima» red de contactos con otros consumidores de pedofilia, que también están siendo investigados, y se les intervino gran cantidad de pornografía infantil «perfectamente» clasificada y ordenada en sus ordenadores personales. Uno de ellos había iniciado una descarga de este tipo de material en redes P2P y había evolucionado a páginas web de países de la antigua Unión Soviética para obtener nuevos archivos.

Entre los detenidos hay otro hombre de Valladolid, especialista en descarga y distribución de pornografía infantil de niñas de entre 5 y 10 años. Cuando declaró ante la policía, argumentó que le habían enviado por error estos archivos, pero los agentes hallaron pruebas que contradecían su testimonio.

En la operación también se arrestó a un joven de 18 años de Granada que se estaba iniciando en el mundo de la pedofilia y remitía material a otras personas, así como un menor de edad residente en Melilla. Sobre este último, la Policía Nacional ha hallado indicios de que al mismo tiempo que formaba parte de esta red podría haber sufrido acoso sexual por parte de pedófilos «más experimentados», cuya identidad se trata de averiguar.

La investigación sigue abierta y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones entre los contactos de los ya detenidos.