El deterioro del Edificio Metálico, en el campus universitario, se acentúa mientras sigue a la espera de una rehabilitación que se anunció hace casi 7 años y no llega. El inmueble, antiguo mercado de abastos de la plaza Alta y declarado Bien de Interés Cultural hace poco más de un mes por la Junta de Extremadura, presenta importantes patologías, sobre todo en la estructura, con mermas de sección y oquedades de considerable tamaño en el arranque de las pilastras exteriores --en algunas incluso cabe una mano--, y en la cubierta, que es de fibrocemento y tiene innumerables goteras.

También la carpintería exterior del edifico está muy afectada. De hecho, algunos elementos decorativos se han tenido que retirar por el riesgo a que se desprendiesen. La situación en la que se encuentra el sótano no es mucho mejor, con desperfectos en techos y paredes a causa de la humedad.

Son las patologías estructurales y las de la cubierta las que más preocupan a la Universidad de Extremadura, según el jefe de la Unidad Técnica de Obras, Luis Cerro. Aunque en estos momentos no corre riesgo de venirse abajo --no existe ningún síntoma de que la estructura esté cediendo-- sí reconoció que "el tiempo juega en contra" del inmueble, uno de los escasos ejemplos de la arquitectura en hierro característica del finales del siglo XIX y principios del siglo XX que quedan en la región.

Fue en mayo del 2006 cuando la por entonces ministra de Vivienda, la extremeña María Antonia Trujillo, y la universidad firmaron un convenio para rehabilitar el edificio, con una inversión de 5,2 millones de euros aportados íntegramente por el ministerio (que desapareció como tal y fue asumido por Fomento). La redacción del proyecto se le adjudicó a la Unión de Empresas Temporales (UTE) Urbex Arquitectura, Enrique Medina y Ramón Sánchez por 386.000 euros.

El proyecto se elaboró, se llegaron a realizar las primeras catas --que revelaron patologías más graves de las que se intuían a simple vista-- e incluso se obtuvo la licencia de obras. La actuación pretendía devolver al edificio su aspecto original, al mismo tiempo que adecuar su uso para convertirlo en la construcción "representativa" de la universidad. Un gran salón de actos con capacidad para unas 500 personas ocuparía el 90% de la primera planta --que es diáfana--, donde también se ubicaría una pequeña sala de exposiciones. El espacio del sótano se repartiría entre oficinas y una sala de reuniones para el Consejo de Gobierno de la Uex y para recibir a las distintas personalidades que visitan el campus.

"De ese proyecto no se ha vuelto a saber nada", apuntó Cerro, quien señaló que la universidad sí ha intentado en diversas ocasiones que se retome, aunque sin éxito hasta la fecha. El responsable de Obras subrayó que es imposible que la Uex asuma la recuperación de este edificio con fondos propios. Tampoco son viables --dijo-- pequeñas actuaciones, porque los daños que presenta el inmueble requieren intervenciones de envergadura, como la sustitución total de la cubierta o el arreglo de los daños estructurales.

La rehabilitación del Edificio Metálico no solo supondría recuperar una construcción emblemática, sino dotar de más espacio al campus "donde siempre es necesario".