La emblemática torre de la Atalaya, más conocida como de Espantaperros, y su adarve, presentan un estado de deterioro "importante", según recoge el informe sobre el estado actual de estas construcciones que acompaña el proyecto de rehabilitación que va a acometer el Ayuntamiento de Badajoz.

El proyecto dice, textualmente, que "las actuaciones más perjudiciales sobre la torre y su adarve han sido las generadas por las construcciones adosadas a ellos, que han perdurado durante años, aunque ya fueron eliminadas". Así, además de los forjados y cubiertas de estas construcciones, que se empotraron al monumento, el muro de varias zonas de la torre se rebajó, con el objetivo de ampliar el espacio interior, como ha ocurrido en otras construcciones adosadas. En cuanto al enfoscado, su estado también es malo, en general. Además, la cara interior de la propia muralla "se encuentra seriamente deteriorada, a causa del daño provocado por las raíces de arbustos y árboles y la falta de mantenimiento.

El informe también se refiere al torreón, adjunto a la Galera, que también presenta "un estado de deterioro importante", cuya posible causa es el vaciado que se ejecutó para realizar en su interior un depósito de agua, el provocado por la vegetación y la falta de mantenimiento.

Por último, el pavimento que rodea la base de la torre "presenta un estado de deterioro muy acentuado".

Para el análisis de la situación actual de la torre y su adarve, su sistema constructivo y las construcciones que se han producido sobre el monumento se han mantenido reuniones con especialistas, tanto en la torre de Espantaperros como en arquitectura islámica, según el proyecto.

La concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, apunta que el objetivo de el proyecto de restauración es "restituir el perfil original de la torre, uno de los monumentos más importantes de la ciudad".