La temida gripe A no pudo ayer con la devoción que lleva a los fieles pacenses a besar las manos de la imagen de la patrona de Badajoz, Nuestra Señora de la Soledad. Siguiendo la tradición recuperada el pasado año, después de más de 40 sin celebrarse, los cientos de pacenses que ayer se acercaron desde las diez de la mañana a la Catedral de Badajoz mantuvieron el ritual de besar las manos de la imagen, pese a las recomendaciones que las instituciones sanitarias realizan para evitar el contagio de la gripe A y que han llevado a suspender en otros lugares tradiciones similares.

Era difícil ayer encontrar alguien que al pasar por delante de la imagen de la Soledad, situada a los pies del altar mayor, se resistiera a besar sus manos y se limitara a inclinar la cabeza, aunque también los hubo. Uno de los miembros de la Hermandad de la Soledad apuntaba que "al llegar ante la imagen la gente se olvida de todo y no puede dejar de besarla".

Ante la patrona de Badajoz pasaron un año más cientos de fieles, entre los que también estaban los miembros de la corporación municipal, que al final de pleno celebrado por la mañana acudieron a la catedral a besar las manos de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad.