Abucheos. Si a Aznar le llamaban asesino o a Celdrán , el día de la inauguración de las nuevas instalaciones deportivas en El Vivero, borracho o sinvergüenza, es clamor popular. Como en aquella jornada de reflexión electoral frente a la sede del PP en Madrid. Si es a la ministra de Defensa o a Vara , en la fiesta de las Fuerzas Armadas, o a Zapatero durante el desfile del 12 de octubre, es la extrema derecha o el rencor de los fachas.

Letras. Con B de Badajoz es propaganda, electoralismo, uso indebido de fondos públicos y lindezas similares. El Plan E se convierte en Z porque es de Zapatero, porque lo paga él, de su bolsillo. No del Gobierno de España, no con los impuestos de todos, sino él.

Contenedores. La primera empresa de España en el sector, la que más ciudades gestiona llega a Badajoz y se encuentra a un puñado de sabios que creen, dada su experiencia, que los contenedores no son apropiados y que el modelo es obsoleto. Y todavía no han llegado las murgas.

Champions. Dijeron, contra los expertos y la lógica, que harían una televisión de calidad, diferente y barata. Terminaron por comprar fútbol, y del caro, para que el pueblo se distraiga. Más de quinientos millones de pesetas, que se dice pronto. Dinero público, pero bien gastado porque lo hemos gastado nosotros. Al revés, hubiéramos asistido a una demagógica ceremonia de acoso y derribo.

Presupuestos. Ni en los del Estado ni en los de la Autonomía, Badajoz sale bien parada. En realidad, ni sale. Adiós Parador, adiós AVE, adiós Ronda Sur, adiós autovía a Cáceres, adiós.

Colorines. Unos le llaman propaganda, otros marketing político. Una operación cosmética con decenas de policías registrando todo un barrio casi para nada. Y el broche final la fotografía de la Delegada del Gobierno supervisando el operativo. Y luego hablaban de Perejil.

Apocalipsis. Si la realidad en Badajoz fuera la que cuentan algunos políticos o medios públicos de comunicación, sería para echarnos a temblar. Afortunadamente, el marco en el que trabajan es demasiado partidista y de tanto hablar de valores acaban por destruir también los intereses.

Panceta. No deja de ser curioso que el barrio Suerte de Saavedra celebre un viernes el Día de la alimentación sana y esas cosas y, al día siguiente, festeje las fiestas con sardinas y panceta. El absurdo y la contradicción son el fundamento de la sociedad actual.