El torero pacense Israel Lancho recibió ayer el alta hospitalaria tras permanecer casi 15 días ingresado --seis de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)-- en dos clínicas madrileñas, después de que el pasado 27 de mayo sufriera una brutal cogida en la plaza de Las Ventas al entrar a matar el segundo toro de su lote. El doctor Máximo García Padrós examinó ayer al mediodía al torero en la clínica La Fraternidad de Madrid y dio el visto bueno para que vuelva a Badajoz, donde seguirá su tratamiento, ya que aún no ha recibido el alta médica.

El diestro tenía previsto viajar ayer por la tarde a la ciudad, según confirmó a este diario Marcos Domínguez, amigo y miembro de la cuadrilla de Lancho. El torero podrá continuar su recuperación en su domicilio y no tendrá que ingresar en el hospital Infanta Cristina, como se había previsto inicialmente. Aún es pronto para hablar de su vuelta a los ruedos, porque las graves lesiones que le produjo la cornada requerirán una recuperación "larga". "Ya ha pasado lo pero, y eso es lo importante", añadió Domínguez.

Aunque su evolución es favorable, aún sigue "dolorido", por lo que deberá guardar el máximo reposo posible. El diestro ya había manifestado tras abandonar la UCI de la clínica Virgen del Mar su deseo de volver cuanto antes a Badajoz "mi tierra, que siempre llevo por delante y por bandera", dijo.

Desde la cogida, Lancho ha estado rodeado por familiares y amigos en todo momento y han sido innumerables las muestras de cariño y apoyo que ha recibido de compañeros, personas del mundo taurino y aficionados, con quienes el torero se ha mostrado profundamente agradecido.