La Diputación de Badajoz está abierta a nuevas ideas para poner en uso todo el espacio que quede vacío en el Hospital Provincial, como resultado del traslado de la residencia Universitaria Hernán Cortés, habida cuenta de que la residencia ocupa ahora 2.000 metros cuadrados y el antiguo centro sanitario dispone de 15.000. El presidente de la institución provincial, Juan María Vázquez, ha declarado que la diputación sacará un concurso de ideas y que incluso está abierta a un posible uso como hotel, tal como se apuntó en su día, si alguien estuviese dispuesto a invertir.

El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, fue quien anunció hace meses que el edificio del hospital se destinaría a residencia universitaria, junto con otros servicios complementarios. La diputación, propietaria del inmueble, sigue abierta a nuevas ideas para dar otro destino al céntrico edifico. De hecho, el presidente ha declarado que el hospital se convertirá en residencia "salvando siempre que en este tiempo pueda surgir una idea maravilloso de un uso mejor del antiguo hospital Provincial, a la que siempre estamos abiertos". "Si viniese alguien a invertir en un hotel, también estaríamos abiertos", ha dicho.

MUEBLES

Como curiosidad, respecto al mobiliario existente en el hospital, la diputación pidió al Servicio Extremeño de Salud (SES) que se lo llevase todo, aunque Vázquez se teme que al final algo ha dejado. El dio instrucciones para que el material sanitario que quedase en el edificio se ofreciesen a ONG para llevarlo a países del Tercer Mundo con proyectos de cooperación. El 18 de junio la diputación recibió las llaves del edificio y según sus noticias "se han llevado prácticamente todo". Incluso las camas que en principio decían que se iban a quedar, por si las necesitaba alguna residencia de ancianos, también las han trasladado.

El edificio tiene 4.000 metros por planta: tres completas más una tercera retranqueada, con lo cual hay alrededor de 15.000 metros cuadrados, con una disposición "laberíntica", según la versión de Juan María Vázquez, para quien resulta difícil orientarse en el inmueble. Por eso, tras haberlo conocido por dentro, el presidente de la diputación piensa que los usos "pueden ser variados y distintos, no una sola cosa".

Por lo tanto, "sabiendo que no podemos perder tiempo, que no puede estar cerrado ese edificio más tiempo del estrictamente necesario, nos deberíamos dar un plazo de reflexión con la perspectiva de qué necesita Badajoz en los próximos 15 o 20 años".