La Diputación de Badajoz cree que se puede acometer el proyecto de ampliación del Museo de Bellas Artes tal como lo han planteado sus autores sin incumplir la normativa urbanística. El organismo provincial valoró ayer, a través de un comunicado, los argumentos de la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Badajoz, que ha informado negativamente a la propuesta y según la diputación, ninguna de estas razones "hace inviable la realización del proyecto".

Los técnicos municipales han estimado que el proyecto no se ajusta a las condiciones estéticas del entorno, la altura está por encima de la permitida y se ocupa un patio interior protegido. La diputación resuelve haber tenido en cuenta lo dispuesto en el propio plan urbano, que en su artículo 3.2.24 de su texto refundido del 2005, determina en relación a las condiciones estéticas requeridas con carácter general en el casco antiguo que, por cuestiones de idoneidad, pueden no aplicarse si fuese inadecuado.

"No resulta descabellado, no obstante --dice el comunicado-- asociar este carácter de excepcionalidad previsto en el planeamiento con la construcción de un edificio de la entidad de la ampliación del Museo de Bellas Artes". La diputación recuerda ejemplos de actuaciones llevadas a cabo otros centros históricos en los que se convive con edificios contemporáneos, como el Guggenheim de Bilbao, el Museo del Prado en Madrid o el Louvre de París.

Asimismo, aclara que el nivel de protección B con el que se encuentra clasificado este museo se debe a "las valiosas colecciones que conserva y no a un especial interés por las tipologías edificatorias que representan". La diputación defiende su contribución a la revitalización del casco antiguo, postura que "no se contradice con un futuro replanteamiento de la decisión sobre la viabilidad del proyecto, si el cúmulo de exigencias fueran más allá de lo institucionalmente asumible".