La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo vive una confrontación a raíz de que 49 socios creara una gestora tras una asamblea el 16 de diciembre, sin el beneplácito de la dirección vigente. Ésta había convocado elecciones en octubre, pero se pararon «porque un grupo de amigos quiso modificar el censo en el momento, y así no se hacen las cosas», según el presidente, José María Soriano, mientras que el grupo asegura que «no se nos permitió votar».

El pasado viernes se reunió el colectivo --que cree «que se pueden hacer mejor las cosas y nos vemos capacitados para ello»--, eligió una directiva que encabeza Juan Carlos Vidarte y convocó asamblea para mañana, «para ratificarla --la nueva directiva--», explicó Vidarte. Solo se presenta esa lista. Tal asamblea la convoca la gestora que a su vez no se tiene certeza de que sea legal.

A su vez, Soriano indicó que «la dirección ha abierto acciones disciplinarias contra este grupo y estudia iniciar otras por la vía judicial» y se convocarán asamblea y elecciones cuando se aclare la situación.

La rectora asegura que su actuación es conforme a los estatutos de la asociación, según May Romero, miembro de la misma. En una nota señalan el artículo 9 del capítulo II sobre derecho a voto, y el III de la sección primera «de la asamblea general», que dice que «si no se convocan elecciones pasado un año desde la fecha que se celebró la anterior, podrá ser convocada a petición del 10% de los asociados».