En enero se clausuró una magnífica exposición sobre el Divino Morales (1509?-1586) en el Museo del Prado. Se quería celebrar el V centenario del nacimiento del pintor extremeño, como continuación de la que se celebró en 1917 con motivo de su cuarto centenario y que le permitió un relanzamiento mundial. No se sabe exactamente el año de su nacimiento, entre 1509 y 1518, pero ahora nos quieren quitar a los pacenses el gusto de estar presentes en los mejores museos del mundo con el nacimiento y muerte de Luis de Morales, pues parece que ni nació ni murió en la ciudad, aunque todos son suposiciones.

Lo que es indudable es que Badajoz fue su ciudad de referencia, en ella vivió gran parte de su vida, en ella creo su taller de pintura y desde ella trascendió a toda la Península Ibérica y de ahí al mundo. Y este hecho no quiero que pase de puntillas, pues Luis de Morales es el único pacense, y creo que también extremeño, que ha conseguido una relevancia y reconocimiento mundial sin haber renunciado a su residencia en Badajoz. Es triste, pero es así. Todos los extremeños que han triunfado en una profesión o actividad han tenido que salir de la región para ser reconocidos.

Pero el Badajoz del siglo XVI era también un centro cultural y punto de encuentro de primer orden desde donde se podía crear e influir. Badajoz tuvo en el Renacimiento su mejor época de la historia debido a que vivió la más larga, amistosa y fructífera etapa de paz y conexión con Portugal. En época de los Reyes Católicos, el Arzobispado de Badajoz es uno de los mayores financiadores del primer viaje de Colón a América. Con Carlos I se celebran en 1524 en la ciudad las Juntas de Badajoz-Elvas, en las que se redefinen las fronteras de América fijadas en el Tratado de Tordesillas (1494). Para rematar el siglo, Felipe II reside en Badajoz siete meses en 1580 con toda la Corte preparando la anexión de Portugal.

Esa coincidencia en Badajoz con Felipe II así como con personajes como Fray Luis de Granada o el Obispo Juan de Ribera, que después lo es de Valencia, le sirve de gran ayuda para la difusión de su obra. En 1925 la ciudad reconoció a Luis de Morales erigiendo su estatua delante del ayuntamiento, en un sitio preferencial desde donde ve pasar el tiempo. Es hora de que Badajoz reconozca la gran aportación que tuvo este personaje y toda la época del Renacimiento. Propongo que el año 2018 se proclame el año de Luis de Morales y el Renacimiento pacense y nos sirva para poner en valor la historia de la ciudad y proyectar Badajoz al exterior.