El próximo domingo y el siguiente martes habrá mercadillo en Badajoz. En el peor de los escenarios, si la Junta mantiene las actuales restricciones, no podrán instalarse los puestos de textil y calzado, pero sí se colocarán los demás, los dedicados a frutas y verduras, encurtidos, golosinas, artículos de ferretería y flores y plantas.

La semana pasada, cuando entró en vigor el decreto que cerró el comercio y la hostelería en Badajoz por el aumento de los contagios, los vendedores de estos productos decidieron no acudir ni el domingo ni el martes en «solidaridad» con sus compañeros y con la situación sanitaria. Pero ya van a volver a trabajar «todos los que puedan» y así se lo trasladó ayer la Asociación del Comercio Ambulante de Extremadura (Acaex) al concejal de Mercados, Eladio Buzo, para que el ayuntamiento disponga este domingo los servicios de Policía Local y de limpieza en la explanada de El Nevero. Transcurrida una semana desde que la Junta dictaminó las últimas medidas, hoy tendrá que valorar la repercusión, pero los vendedores ambulantes entienden que por muy restrictivas que sean para los próximos días, no serán peores. Si no hay ningún cambio, este domingo y el próximo martes se instalarán todos los puestos autorizados. Según Cruz, Buzo no ha puesto inconvenientes, si no cambian las directrices de Sanidad. «Los compañeros han decidido que tienen que trabajar, hemos dejado una semana por ser solidarios con esta situación y por apoyar a la Junta, pero no podemos subsistir así», señala Julián Cruz, presidente de Acaex.

Según Cruz, los puestos que pueden instalarse representan el 10%, alrededor de 40. Con este panorama, insiste en que las restricciones marcadas suponen «un agravio comparativo» para los vendedores que no pueden trabajar. Desde Acaex remarcan que respetan «absolutamente» las localidades con cierre perimetral, donde no piden celebrar el mercadillo, pero en el resto, «si pueden entrar los repartidores de Amazon y salen los vecinos a trabajar, ¿por qué no podemos vender nosotros?», se preguntan.

«Lo que no puede ser es que nos entren a todos en el mismo saco, porque nosotros no estamos en sitios cerrados, no tenemos aerosoles», se queja Cruz. Los vendedores ambulantes defienden que su actividad no favorece los contagios pues se desarrolla al aire libre y con las medidas de protección. «No estamos inventando nada, todo el mundo sabe que al aire libre no se producen contagios, porque nosotros no tenemos ni ventanas ni puertas». Así se lo trasladaron con un escrito que remitieron la semana pasada al consejero de Sanidad, José María Vergeles, del que no han recibido respuesta.

Pero no se van a detener. Ayer fueron a la Delegación del Gobierno para convocar una movilización, que tendrá lugar la semana próxima para quejarse a la Junta de Extremadura, en Mérida, donde acudirán con sus furgonetas. Tienen que solicitar autorización con diez días de antelación. Esperan que, ese día sí, Vergeles los escuche.