La preparación de los trabajos de geografía histórica hicieron que don Félix Hernández Giménez se conociese la geografía extremeña al dedillo, cuando esa tarea era complicada por la dificultad de los viajes. Al principio los hizo acompañado del arqueólogo francés H. Terrasse; luego sólo. El fue quien estudió todo el sistema viario de época andalusí e identificó muchos lugares citados en los textos árabes, pero cuya relación con la toponimia actual extremeña y de otras regiones permanecía parcial o totalmente oculta. Algunas de las páginas más sabias referentes a Batalyús se le deben a este arquitecto y, por si fuera poco, él fue el ejecutor de la primera gran restauración de nuestra alcazaba. El proyecto se redactó en 1941 y se acometió en 1944. Contó en esa labor con la ayuda inestimable de J. Cánovas Pessini, otro olvidado, injustamente, por nuestra historiografía local. La colaboración entre ambos llevó al diseño y realización de los jardines de La Galera y al descubrimiento de la Puerta del Alpendiz. También fue don Félix el descubridor de la puerta de El Metido. De este último hecho dejó constancia gráfica indudable, aunque nunca se haya publicado.

Las labores de reparación en el recinto islámico fueron de una extraordinaria calidad, a pesar de que no siempre sea fácil distinguir la obra nueva de la original. Sabía tanto de poliorcética islámica que era capaz de imitar los esquemas de sus colegas almohades y los materiales que empleó eran los tradicionales. Corrían otros tiempos y en las restauraciones no se usaban ni las cristaleras, ni el acero galvanizado, ni el aluminio. Aquellos arquitectos no soñaban con pasar a la posteridad haciendo genialidades y dejando su sello indeleble (¡!) sobre los monumentos que tocaban, sino procurando que sus obras fueran de calidad, a pesar de mantener su nombre en la sombra.

No entiendo por qué nadie en Badajoz recuerda al gran profesional de la arquitectura que fue don Félix, ni siquiera por las documentadísimas páginas que escribió sobre el pasado de esta ciudad. ¿Será que aquí apenas se lee? Las memorias de los concursos de restauración, tan técnicas ellas, ni lo mencionan, dando la sensación de que alguno descubre el Mediterráneo. Esta ciudad es incorregible. Si peca de algo es de amnesia.