El director de Cáritas Diocesana, Juan Enrique Pérez, contaba ayer que se sorprende a menudo con las generosas e inesperadas aportaciones de particulares que sin ser socios ni colaboradores realizan donaciones, cuando en algunos casos su situación económica no es muy boyante. Puso el ejemplo de un arquitecto que lleva en paro tres años que ha aportado 2.400 euros. También contó la decisión "entrañable" de un matrimonio anónimo que celebró sus bodas de oro y que pidió a sus invitados regalos en metálico, cuyo montante entregó a Cáritas, así como el coste de lo que calcularon que costaría el convite. En total: 6.200 euros.