Dos averías en la red de abastecimiento de la ciudad dejaron ayer sin agua durante varias horas a gran parte de los vecinos de la barriada de Antonio Domínguez y a la avenida Carolina Coronado, en San Fernando. Ambas averías, que no guardaban relación, fueron reparadas por los operarios de Aqualia y a primera hora de la tarde ya se había restablecido el suministro en las dos zonas afectadas.

No obstante, antes de que eso sucediera, los vecinos de las calles El Mimbrero, Sebastián Montero de Espinosa, La Pimienta y Bailén estuvieron alrededor de 12 horas sin agua en sus casas, ya, según los afectados, el corte en el suministro se produjo entre las dos y las tres de la madrugada y Aqualia confirmó que el servicio se había restablecido sobre las cuatro de la tarde.

La rotura de la unión de una tubería de 80 milímetros por el aumento de la presión en la confluencia de la calle Sebastián Montero de Espinosa con El Mimbrero fue la causante de la avería.

LLAMADAS REITERADAS Los operarios de Aqualia colocaron una valla en la zona, pero como a pesar de que los afectados llamaron reiteradamente al servicio de averías de la empresa, no llegaba nadie para solucionar el problema, los ánimos se fueron caldeando entre el vecindario, que hacía acopio de agua en las tiendas de la zona. "Se han acabado las existencias; he vendido más agua hoy que en una semana", señaló Natividad Pérez, propietaria de un comercio de alimentación.

El presidente de la asociación de vecinos, Francisco Gutiérrez, criticó la tardanza en solucionar el problema, que calculó que había afectado a "unas 400 o 500 personas" y señaló que en la empresa le habían indicado que estaban reparando otra avería en la ciudad "y que antes está el número uno que el número dos, y Antonio Domínguez siempre está el último para todo", se quejó.

Gutiérrez reprochó que la empresa concesionaria del servicio de agua de una ciudad como Badajoz no disponga de más personal para cuando surgen este tipo de emergencias. "Hay que estar más preparados, y sobre todo en fechas como estas", sugirió.

También el resto de vecinos estaban indignados por las horas que llevaban sin agua cuando se acercaba la hora de comer. Adriana Romero vive en la calle Bailén y esperaba impaciente a que los operarios de Aqualia repararan la avería. "Necesitamos agua para lavarnos, para hacer la comida. Estamos todos comprando en las tiendas y ya no tienen", apuntó.

DESDE LAS SIETE La respuesta que le daban a los vecinos de Antonio Domínguez cuando llamaban a Aqualia para reclamar que solucionaran su problema era cierta: los operarios llevaban desde las siete de la mañana trabajando en otra avería que había producido en San Fernando y que había dejado a la avenida Carolina Coronado sin abastecimiento.

Según fuentes de Aqualia, en este caso el problema se originó por la rotura de una tubería de transporte de 250 milímetros de diámetro en el cruce entre Carolina Coronado y Argüello de Carvajal, frente a la estación de Renfe, por el "movimiento de tierras debido a las obras cercanas".

En este punto se tuvo que abrir un enorme socavón para proceder a la reparación, que concluyó con el restablecimiento del servicio a mediodía. Hosteleros consultados por este diario ni siquera se percataron de que no tenían agua, ya que al ser un día festivo abrieron sus negocios más tarde.

La avería en la avenida Carolina Coronado y "las dificultades añadidas de un día festivo", que retrasó la llegada de la maquinaria que se necesitaba para solucionar el problema en Antonio Domínguez, fueron los motivos por los que los operarios no pudieran iniciar los trabajos para devolver el suministro a los vecinos de las calles El Mimbrero, Bailén, La Pimienta y Sebastián Montero de Espinosa hasta las dos de la tarde. Dos horas después, los afectados ya podían abrir los grifos de su casa para coger agua.