El comedor social de las Hijas de la Caridad, con sede en la calle Martín Cansado, da de comer cada día a entre 60 y 70 personas, así como a 300 familias al mes, cifra que desde hace algún tiempo tiende a bajar, según explicó su superiora, Marifé González. Mientras, el comedor social de la Asociación Caritativa San Vicente de Paúl, sito en la calle San Pedro de Alcántara, atiende de 64 a 68 personas a diario, además de proporcionarles bocadillo para la cena, explicó su presidenta, Petri González. Ello supone que hay 130 vecinos de Badajoz, carentes de recursos, que se alimentan a diario gracias a estas entidades.

Ambas expusieron estos datos con motivo del acto de entrega simbólica por el presidente de la Fundación Caja Badajoz, Emilio Vázquez, de la recaudación obtenida en el Concierto de Año Nuevo, que ascendió a 10.800 euros.

Esta cantidad, decidió la Fundación aportarla a entidades que trabajen muy cerca de las personas más necesitadas, como son estos dos comedores y el Banco de Alimentos, que a través de entes colaboradores distribuye 38.000 kilos de productos cada mes en la provincia de Badajoz, como señaló su vicepresidenta, Mercedes Fernández.

Emilio Vázquez destacó la labor que realizan los dos comedores y el Banco de Alimentos, de atender las necesidades más perentorias de los vecinos de la ciudad que más necesitan y dijo que "nada mejor que convertir música en alimentos para personas", de ahí que la Fundación los eligiera, por lo que ayer hizo entrega de un cheque por importe de 3.600 euros a los responsables de cada uno de ellos, que agradecieron la ayuda que les supone esta aportación.

Petri González señaló que el acto se celebró en el comedor de San Pedro de Alcántara, a cuyo inmueble su asociación pudo acceder gracias a la solidaridad de la Fundación, que atendió su llamada de urgencia porque tenían que dejar el antiguo local que utilizan en San Agustín, que ya no reunía las condiciones de salubridad, como denunciaron en este diario, a través del cual llegó la información a los donantes.