Dos funcionarios del Centro Penitenciario de Badajoz resultaron heridos la noche del pasado miércoles al reducir a un recluso que sufrió un ataque de ira y provocó destrozos en su celda. Alrededor de las 23.00 horas, cuatro funcionarios de prisiones acudieron a una de las celdas de la prisión porque un interno había destrozado parte de la estancia. El preso había roto la carcasa del fluorescente de luz para sacar los cables e intentar provocar un cortocircuito con agua.

Al reducir al interno, "para garantizar su propia integridad física", como indican compañeros de los funcionarios, uno de los trabajadores se cortó con la carcasa en la mano, por lo que recibió cuatro puntos de sutura, y otro sufrió un esguince en la pierna. Los otros dos trabajadores recibieron algunos golpes propios del forcejeo.

Compañeros de los cuatro funcionarios manifestaban ayer que esta es otra muestra de la precaria situación que viven; declaraciones que hacían durante una concentración de protesta realizada a las puertas de la prisión pacense en demanda de más personal para el centro. "Cuando se produce una pelea o un problema como este tenemos que protegernos como podemos y no nos enseñan defensa personal".

El director del centro penitenciario pacense, Carmelo Charfolé, explicaba ayer a este medio que el incidente no tiene nada que ver con la falta de personal, ya que "fue un ataque de ira del preso". El responsable quiso destacar el comportamiento ejemplar de los funcionarios en esta situación, ya que los cuatro "completaron el turno que estaban realizando", despues de sufrir golpes y resultar heridos.