Los vecinos aseguran que "sonó como un trueno". Eran las 6 de madrugada cuando se vinieron abajo dos plantas del edificio número 11 de la calle San Juan, deshabitado desde hace más de quince años y en aparente estado de ruina. Desde fuera, lo ocurrido dentro no es perceptible, porque la fachada no se ha visto afectada, pero en el interior una parte del inmueble está totalmente derruida. siguen en pie algunas alas que pertenecen al mismo edificio pero a las que se accede desde el número 9, ya rehabilitado.

Juan Antonio Espejo, arquitecto que precisamente vive en la planta que no se ha visto afectada y cuya familia es propietaria del inmueble que se ha venido abajo (regentan la tienDa Ríboli, que utiliza la planta baja como almacén) explicó que lo que se ha caído ha sido la techumbre de la planta superior, se ha llevado por delante el forjado intermedio y ha dejado vacío de arriba a abajo una parte del edificio. Desde su punto de vista, no existe riesgo para los vecinos de los pisos colindantes y explicó que lo que hay que hacer ahora es apuntalar la estructura y derruir de forma controlada. Espejo informó de que ya existe un proyecto de rehabilitación y construcción para este edifico, como para el del número 13, que también está deshabitado.