De pelea vecinal a apuñalamiento mortal. Francisco Guerrero Morales murió el domingo tras recibir tres puñaladas presuntamente asestadas por un hombre de 51 años, vecino de la novia del fallecido, después de que ambos participaran en una pelea vecinal en Arroyo de San Serván, un municipio de la provincia de Badajoz de unos 4.000 habitantes. El delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, confirmó ayer que la reyerta entre vecinos ocurrió en torno a las nueve de la noche y que culminó con el fallecimiento del joven, procedente de la cercana localidad de Torremejía, a pocos kilómetros.

El alcalde de Arroyo de San Serván, Juan Moreno Barroso, expresó la consternación de los habitantes del municipio por lo ocurrido, sin encontrarle explicación. Según aseguró y constataron también fuentes de la Policía Local, no había denuncias ni problemas previos entre las familias implicadas, ambas residentes en la calle Franco García Sánchez del municipio. Al parecer, hubo un problema entre dos niños, de unos 15 y 16 años, de ambas familias y luego se metieron los adultos, detalló. Francisco, el joven que perdió la vida, era novio de la hermana de uno de los menores que discutieron y fue apuñalado, supuestamente, por el padre de la otra menor.