La Guardia Civil de Tráfico de Badajoz desconocía ayer la identidad del propietario del perro que el viernes provocó el accidente en la carretera de Valverde que le costó la vida a un joven conductor de 29 años. Tras el accidente los agentes comprobaron que el perro, que también murió en la colisión, llevaba colocado un microchip subcutáneo. Fuentes consultadas informaron a este diario de que posiblemente hasta mañana no podrán leer la información almacenada en el microchip.

Según la Ley del 2002 de Protección de los Animales en la Comunidad Autónoma, de acuerdo con el artículo 1.905 del Código Civil, el poseedor de un animal será responsable de los daños, perjuicios y molestias que cause, aunque se haya escapado o extraviado. El juez tendrá que determinar ahora si ha habido negligencia por parte del propietario.