El Grupo Moleón, propietario de la parcela de la antigua Hering, ha iniciado el derribo de las cuatro naves de la fábrica para evitar posibles daños personales entre posibles intrusos y personas que entran a robar, según manifestó Santiago Moleón a EL PERIODICO, dado que el edificio estaba sin terminar, tenía partes peligrosas, "y lo último que queremos es que alguien se haga daño allí", señaló.

El derribo comenzó con la extracción de los elementos metálicos por una empresa portuguesa y conforme se quitan, se derriban los tabique que quedan libres. Los trabajos comenzaron hace un mes y medio, aproximadamente y, al parecer, se han realizado catas en el terreno.

Moleón afirmó que aún "no tenemos nada decidido de lo que vamos a hacer en esa parcela, la verdad es que tenemos que esperar a que se apruebe el Plan General de Ordenación Urbana y tampoco tenemos prisas".

En febrero pasado, los tres grupos políticos del ayuntamiento acordaron las condiciones para la recalificación de las 17 hectáreas de terreno, que el 75% de las plusvalías revertirán en el municipio, dado que se multiplicará su valor, estipulado, con uso comercial, en 15,2 millones, según informes técnicos.

Moleón adquirió la propiedad a Intertexsa, que acabó por marcharse despidiendo a sus 120 trabajadores en 1992, tras cerrar la fábrica que costó el puesto al entonces alcalde Manuel Rojas.