El eclipse parcial de sol atrajo ayer hasta la alcazaba a más de un centenar de personas que contemplaron cómo la luna se interponía entre el sol y la Tierra a través de los numerosos telescopios que expertos y aficionados a la astronomía pusieron a su disposición. La actividad estaba organizada por el departamento de Física de la Universidad de Extremadura (Uex), en colaboración con el servicio de Difusión de la Cultura Científica y el Ateneo de Badajoz.

Desde el mediodía, pequeños y mayores se concentraron en la explanada del Museo Arqueológico pendientes del cielo. Las nubes dieron una tregua y dejaron ver el eclipse, en el que la ocultación del disco solar apenas fue del 7% (en Kenia fue total). Con gafas, a través de los telescopios o de su proyección en cartulinas los asistentes disfrutaron de este fenómeno que, según les explicaron los expertos, era el primer eclipse del año.

"La curiosidad más grande del eclipse es que es híbrido", apuntó Juan Jesús Ruiz, profesor del Física Teórica de la Uex. Esto significa que se ha visto anular (con una corona de disco solar alrededor de la luna) o total dependiendo del lugar donde se observara.

Juan Pablo Hurtado fue uno de los aficionados que puso su telescopio a disposición del público. Ayer mostraba su sorpresa por el interés que había generado esta observación, que atrajo a personas familiarizadas con la astronomía y a otras para las que era su primer contacto. "Sabíamos que aquí había telescopios y filtros solares para poder ver el eclipse y es una oportunidad para verlo mejor que con medios domésticos", señaló Joaquín García. El objetivo de esta actividad era acercar la astronomía con una experiencia directa. La luna y el sol ganaron ayer algunos adeptos.