El economato social abierto por la Asociación Pepe Reyes en la calle Godoy, junto al parque de San Fernando, prevé abrir un segundo día de la semana para poder atender a familias de otras barriadas, pues ahora sólo da cobertura a medio centenar de hogares de la margen derecha, designados desde las Cáritas parroquiales. La intención es abrir también los martes para atender a la población de Cerro de Reyes y de San Roque, de acuerdo con el coordinador de Cáritas.

El economato empezó a funcionar hace cinco semanas y no da abasto. Las colas que se forman ante la puerta los jueves por la tarde, el único día que abre para atender al público, reúnen a decenas de personas. Prácticamente todos los beneficiarios acuden a la cita semanal para llenar sus despensas de productos que cuestan menos de la mitad que en otros establecimientos. Tal es la afluencia, que el jueves pasado hubo que habilitar una segunda caja en el local para poder agilizar el cobro. El establecimiento abre de 17.00 a 20.00 horas pero desde las 16.30 ya hay gente esperando en la puerta, bolsa en mano, e incluso se organizan con números para entrar en orden.

La responsable de la asociación, Mercedes Arias, explica que los primeros jueves las estanterías se quedaban vacías de algunos productos "y ahora ya tenemos que pedir bastante más para que no vuelva a ocurrir; los pedidos son mucho más grandes que al principio". En un mes el economato ha gastado 4.000 euros y ha realizado ventas por otros 4.000.

A petición de las familias, han introducido algunos cambios en la oferta. Por ejemplo, en el economato no se ofrecían productos frescos, sólo congelados, y ya se han incorporado ajos, cebollas y bolsas de patatas. También hay colorante para el arroz y pimentón. "Hemos ido ofreciendo algunos productos que nos han demandado y que hemos considerado que eran necesarios y otros que no merecían la pena se han ido retirando", apunta. Por ejemplo, han sustituido las pizzas congeladas por las refrigeradas, que se venden mejor, también les pidieron queso fresco y determinadas clases de pescados que se demandan más que otros. Empezaron vendiendo pollos enteros, muslos y pechugas y ya también se ofertan alitas y mollejas. En Navidad habrá polvorones, que ha provisto un benefactor.

Lo que más se vende es leche, yogures, petitsuisses , zumos y carne congelada, más que el pescado. Los lácteos son muy demandados, sobre todo de familias con niños, aunque también hay personas mayores que se los llevan para sus nietos porque sus hijos están en paro. Se venden bastantes pañales y están intentando poder ofrecer leche de continuación.

Mercedes comenta que los beneficiarios son de todas las edades y es fácil comprobarlo cada jueves, pues se acercan desde parejas muy jóvenes a ancianos.