Lo que queda del parque de artillería del antiguo cuartel de Palmas, que conserva su estructura del siglo XVIII prácticamente intacta, está siendo sometido a trabajos de adecentamiento de sus fachadas. Los albañiles han lucido cornisas y zócalos y desde la semana pasada están trabajando los pintores, que esperan terminar su tarea en diez días. El inmueble, que forma parte del patrimonio histórico de la ciudad, pertenece al céntrico hotel Zurbarán, cuyas traseras ocupa en la calle Vasco Núñez, entre las esquinas con la avenida Ramón y Cajal y el Callejón del Parque.

El inmueble, que se encuentra prácticamente en desuso desde que perdió su valor militar, dispone de 1.800 metros cuadrados repartidos en dos plantas: 1.000 en la entreplanta y los 800 restantes en la primera planta. El cuartel de Palmas se levantó a principios del siglo XVIII, entre 1705 y 1729, en toda la manzana con planta cuadrada. Originariamente fue cuartel de caballería con dormitorios en el piso superior. Pero debido a sus problemas de habitabilidad, el arsenal de artillería que se encontraba en la Alcazaba se trasladó a este edificio en 1764, donde existió durante dos siglos. En 1964 el solar fue adquirido para construir el hotel Zurbarán. La parte trasera del hotel, donde realmente estaba la fachada principal del cuartel, representa solo una cuarta parte y también es la más antigua. Las tres cuartas partes restantes se derribaron para levantar el Zurbarán. Como dato curioso, las rejas originales del siglo XVIII de los balcones que dan a Ramón y Cajal fueron rescatadas y reutilizadas en la portería del hotel.

El interior del edificio original del cuartel que quedó en pie permanece diáfano, con sus pilares de granito y sus bóvedas extremeñas. En el catálogo del Plan General Municipal goza del nivel de protección B. En el 2009, la propietaria, Promotora de Hoteles, puso en venta el histórico inmueble por 5 millones de euros o en alquiler por 20.000 euros mensuales. Pero continúa sin uso.