"Me gusta hacer ritmos y que enseñen a los muchachos a bailar para cuando seamos mayores", manifestó Daniel Montaño, uno de los alumnos del colegio de Educación Especial Los Angeles, que forma parte del taller de música que se ha puesto en marcha en dicho centro y que presentó ayer la delegada provincial de Educación en Badajoz, Concepción Cajaraville.

Con el rostro iluminado de satisfacción tras demostrar a un grupo de visitantes la coreografía en la que trabajan los miembros del taller --dirigido por el bailarín Pedro Cruz--, también Abel Reyes contaba lo "bien" que lo pasa, "porque aprendemos mucho y nos gusta que nos enseñen a bailar", decía, mientras se organizaban para hacer una foto con el profesor, el equipo de dirección del centro y los visitantes.

Los Angeles se ha incorporado a la red de centros que participa en el proyecto MUS-E, siendo el primero de educación especial en Extremadura que se integran en una red de 125 centros en total, que gracias a un convenio de Educación con la Fundación Jehudi Menuhin, integran el arte en el aprendizaje de la escuela, a través de la presencia en el aula de artistas en activo "para mejorar y facilitar la atención a la diversidad", explica Anabel Domínguez, directora de la fundación en España.

Domínguez explicó ayer a Cajaraville, a Mari Carmen García, directora del centro; Milagros Muñoz, jefa de Estudios; Mercedes Ledesma, secretaria; y al director de Programas, Pedro del Pino, la base del proyecto MUS-E, que está funcionando en 12 comunidades autónomas españolas, además de una decena de países europeos, Israel y Brasil. "El artistas en activo colabora con los docentes del centro para potenciar otras capacidades en los niños, permitiendo trabajar emociones y sentimientos, e inteligencias múltiples", afirmó.

El fin es trabajar "con los niños en Educación Obligatoria para acercarse a la verdad de otra manera, aportando complementariedad", según Domínguez, quien explicó que MUS-E comenzó en centros de Primaria y después se hizo un proyecto piloto para Educación Especial". Y pone como ejemplo el que "la danza sirve para relacionar al niño con la disciplina: si trabaja con la música y el movimiento, el niño no se desparrama en el pupitre".

Así mismo, destacó el buen resultado del programa en Extremadura, mientras que Cajaraville señalaba que se consigue "enriquecer en todos los aspectos a los alumnos, adquieren autoestima y confianza y el gusto por las artes y la cultura".