Los alumnos del colegio San José de Calasanz, en la barriada de Antonio Domínguez, podrán recibir clases de Educación Física por primera vez en un gimnasio el próximo curso. El Diario Oficial de Extremadura (DOE) publicó ayer la licitación de las obras del edificio singular que se construirá en el patio del centro para este fin. El presupuesto base es de 643.398 euros y se establece un plazo de ejecución de 8 meses.

La construcción, de una sola planta, será compacta para favorecer el ahorro de energía y, además de un «amplio gimnasio», contará con vestuarios masculinos y femeninos y otro adaptado para personas con movilidad reducida. También está previsto un despacho para el profesorado de Educación Física, dos almacenes para el material deportivo y un pequeño cuarto de instalaciones. El nuevo edificio se levantará en la parte baja del patio de recreo, junto al área de juegos de Infantil.

Las obras están financiadas al 80% a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas a la Consejería de Educación hasta el próximo 11 de diciembre.

En el centro acogieron ayer con «satisfacción» la noticia de la licitación de la construcción del gimnasio, una infraestructura cuya construcción ya fue aprobada en el año 2008, aunque nunca llegó a materializarse. En este sentido, la directora del San José de Calasanz, Inmaculada Martinena, confió en que esta vez el proyecto se haga realidad y se cumplan los plazos anunciados por Educación. «Estamos contentos, pero un tanto escépticos después de tantos años de lucha. Esperemos que nuestros alumnos no tengan ahora que llegar al instituto para descubrir lo que es un gimnasio», apuntó.

Este colegio, con más de 400 alumnos en la actualidad, se inauguró en 1986 y nunca ha contado con este tipo de instalaciones. Los alumnos reciben sus clases de Educación Física en las pistas deportivas al aire libre, por lo que cuando llueve, se tienen que quedar en las aulas, donde se les imparten nociones teóricas de esta asignatura. La directora señaló que no solo el agua es un problema, el frío o el calor también hacen que estos escolares no disfruten de las mínimas condiciones para la práctica deportiva. «Hemos aguantado así porque nuestros niños y nuestros profesores son unos valientes», subrayó Inmaculada Martinena, para valorar la situación que se han visto obligados a aguantar durante años.

PROTESTA/ La construcción de un gimnasio en el centro es una vieja reivindicación de la comunidad educativa. De hecho, ya en el año 2012, la asociación de padres y madres de alumnos (ampa) convocó una protesta a las puertas del colegio para exigir a la Consejería de Educación que dotara al centro de este recurso que, según denunciaron entonces, se había incluido en el Plan de Infraestructuras Educativas cuatro años antes y estaba presupuestado en 398.000 euros. Entonces, los responsables de la ampa explicaron que tras haber remitido numerosos escritos y no recibir respuesta, habían decidido movilizarse. Pese a las quejas, la Delegación Provincial de Educación les comunicó que sus hijos deberían seguir practicando deporte al aire libre, pues en esos momentos era inviable afrontar una inversión de esa envergadura y que se trataría de hacer en el futuro.

Los padres no tuvieron más remedio entonces que conformarse con los argumentos ofrecidos por la Junta ante la situación económica que se vivía en aquel momento y continuaron a la espera de que su demanda fuese atendida. Ahora parece que ha llegado el momento y con la licitación de las obras del gimnasio, incluidas de nuevo en el Plan de Infraestructuras 2016-2020, se dará respuesta a una reivindicación de más de dos décadas.