El mercado navideño organizado en el pasaje de San Juan por la Concejalía de Comercio del Ayuntamiento de Badajoz en colaboración con la Asociación de Comerciantes, Emprendedores y Artesanos del casco Histórico (Accho) ha cumplido «completamente» su cometido, que era atraer a gente al Casco Antiguo, según el balance que realiza de esta iniciativa la vicepresidenta de Accho, Marciana Pulido. Esta asociación calcula que han sido miles los visitantes que se han acercado al mercado, que ha funcionado hasta el 5 de enero con una docena de puestos durante cuatro fines de semana, de viernes a domingo, e incluso se amplió dos días en el puente con Nochebuena.

Para Marciana Pulido, el pasaje ha sido «un punto de encuentro, para el ciudadano y el emprendedor, que es lo que hace falta en este barrio, porque el consumidor no llega hasta aquí, no tiene concebido todavía el Casco Antiguo como una zona comercial, lo tiene más como una zona de ocio». Por eso, en esta asociación tienen claro que es necesario animar a los ciudadanos y que lo que requiere el comercio de este entorno es «dinamización», a través de iniciativas que atraigan al cliente, que generen conexiones entre los comerciantes e incluso colaboración con la hostelería, como se hace en otras ciudades, cuyos cascos antiguos aglutinan ofertas exclusivas y diferentes. «Algo tan sencillo como esto demuestra que puede haber vida diurna», apunta Marciana Pulido.

Además, el mercado ha permitido redescubrir el pasaje a personas que lo conocían cuando tenía actividad y descubrirlo a quienes no sabían de su existencia. Así, mientras los jóvenes son una generación que no sabía qué este espacio existía, los mayores, por su parte, han rememorado el pasado en este lugar al que ha regresado con un sentimiento de alegría y gratitud. «La frase más usada en este barrio es ‘qué pena con lo que esto ha sido’ y ahora en el pasaje no hacíamos más que escuchar ‘qué bien’ verlo así de nuevo y ‘qué gran idea’». Ha habido clientes que, aun conociendo el pasaje, no se habían percatado de las pinturas del techo, porque nunca antes había estado tan iluminado. «Ha sido convertir un espacio en desuso en un lugar que de repente es de todos, lleno de vida y de oportunidad de hacer compras».

Marciana Pulido destaca que si ha funcionado tan bien se debe a que los pacenses son «muy agradecidos y participativos». En la asociación reconocen que tenían dudas de que llegasen clientes «y ha habido días que la gente venía en concreto, lo que demuestra que hay que seguir con este tipo de iniciativas». Al buen funcionamiento se une el mensaje de tranquilidad, pues no se ha producido ningún problema de inseguridad. «Con la luz la oscuridad se desvanece», dice. «Ha sido una oportunidad de dar visibilidad y los comerciantes están muy contentos», recalca Marciana Pulido, que destaca la importancia de que la Administraciones se comprometa, convencida de que en el Casco Antiguo de Badajoz «hay esperanza».