El próximo mes de julio cumpliría 32 años al frente de Consulado de Portugal en Badajoz. Manuel Nicolás Pires (Fratel, 1937) acaba de jubilarse y con su marcha deja vacante un cargo cuyo futuro el Gobierno portugués no ha resuelto.

--¿Por qué no se ha tomado ninguna decisión para mantener el Consulado en Badajoz?

--Sé que estaba en estudio una posible remodelación de la red consular en España y no se ha tomado una decisión definitiva sobre el de Badajoz.

--¿Por qué es necesaria esta institución?

--El cónsul tiene muchas funciones. En mi opinión particular, en Badajoz es muy necesario porque a pesar de ser una ciudad cercana a Portugal podría pensarse que no hace falta, pero vienen muchos portugueses a diario y se presentan problemas que solo un consulado puede solucionar. En el consulado se llevaban temas de registro civil, de notariado y también temas de protección consular, pues en el centro penitenciario hay un número elevado de portugueses transferidos de otras comunidades porque quieren estar más cerca de Portugal. Hasta muchos españoles venían a realizar consultas, porque aunque no pudiéramos responder a muchas cuestiones, sí teníamos la posibilidad de orientarles sobre dónde tienen que dirigirse.

--¿Quién hace ahora esta labor?

--Tienen que acudir al Consulado de Cáceres o a Madrid.

--¿Las relaciones han cambiado mucho en estos 32 años?

--Muchísimo y felizmente. Ahora hay relaciones a todos los niveles. Yo siempre he percibido cariño por todas las autoridades españolas.

--¿El homenaje del viernes fue tan fructífero como cuentan?

--El alcalde de Badajoz tuvo el gesto de invitar a algunos alcaldes de la región fronteriza, porque al fin se ha visto que los contactos entre las dos regiones son fundamentales y tiene que continuar. Todos llegaron a la conclusión de que el acercamiento es imprescindible pues la unión hace la fuerza.