THtan pasado las elecciones europeas y el PP las ha ganado. De eso no hay duda. Otra cosa es el análisis que se haga de ellas. Y ahí hay de todo. Para mí que la suma de los votos de UPyD habría dejado al PSOE como en las últimas. La vez anterior no existía ese partido, escisión derechista de los socialistas. Lerrouxismo, vaya. Pero, en realidad me interesa mucho el caso de Badajoz, porque, aunque creo en lo no extrapolable de estos resultados, es un hecho que el PP vuelve a triunfar y, al parecer, aumenta la cifra de sus votantes. Sus motivos habrá, pero el asunto es un desconcierto.

No comprendo, tratando de ser ecuánime, qué ocurre con la oposición. No es capaz de subir. Las próximas elecciones que se celebren aquí serán las autonómicas y municipales. Y es tiempo de reflexionar. O, mejor dicho, de que la oposición reflexione y sea capaz de presentar una opción con posibilidades.

Es un hecho que la gestión del PP en el ayuntamiento es desastrosa. A las pruebas me remito. Es justo reconocer que parte de la herencia recibida no le facilitó sus primeros momentos, pero han tenido tiempo sobrado como para corregir y mejorar y, en conjunto, han ido a peor. Pero la oposición no consigue rascar bola y eso es preocupante. Elección tras elección es incapaz de salir del ensimismamiento y presenta candidatos cualificados pero sin atractivo. Y, lo que es peor, sin tirón. Le hace falta un análisis serio de lo que necesita y requiere esta ciudad. No puedo creer que el voto se haya fosilizado hasta el extremo de no ser capaz de reaccionar ante un candidato apropiado.

Aquí hace falta gente preparada y con ideas, con mundo, con capacidad de maniobra. Dispuesta a trabajar. Que no tenga, ya de entrada, aspecto de cansada y que no parezca optar al puesto como premio a sus servicios. Si es joven, mejor. Pero, sobre todo, que no use a Badajoz como retiro. Que hable claro, plantee retos y sea capaz de alcanzarlos. Porque la gente, estoy convencido, ha venido eligiendo el mal menor. Lo digo cuando aún hay tiempo. Busque la oposición gente, que la tiene. Falta que la dejen respirar. Ya toca cambiar.