Un barco carguero varado en la playa de Nossa Senhora, de Vilanova de Milfontes, en Portugal, es la inspiración de Náufragos . Es una imagen familiar para Alfonso Doncel, artista de Badajoz e impulsor de este proyecto, que ha reunido a seis creadores (él mismo, más el escritor Antonio Sáez, el crítico de arte Javier Cano, los realizadores Daniel Almoril y Arni Giraldo, y el fotógrafo Pedro J. García, todos extremeños).

Durante diversas visitas a aquel barco en los últimos diez años, Doncel ha tenido tiempo para reflexionar sobre esta potente imagen (un navío holandés), que forma ya parte de su paisaje personal. A partir de ella, convocó a amigos y compañeros para construir una obra colectiva sobre la idea de naufragio, del fracaso. Puestos a la tarea, los seis artistas elaboraron textos, fotografías, vídeo, pintura, cuyo conjunto se presentó en octubre en la Fundación Henrique Leote de Portugal y ayer se inauguró en la Diputación de Badajoz.

"Náufragos. Ensayos sobre el fracaso es un ensayo atípico, pues no ofrece respuesta alguna", afirma Doncel. A través de sus imágenes, sus sonidos, sus textos quiere conducir al espectador a una idea aproximada sobre el fracaso como hecho natural, desprovisto de connotaciones negativas.

"En realidad, todos hemos fracasado alguna vez", señala Doncel. "El naufragio es inseparable del crecimiento individual de los hombres".

Estéticamente, la muestra es un repertorio de naturalezas muertas, con ausencia de figuras humanas (salvo una excepción). Doncel señala que el objetivo del proyecto es "crear un entorno espacial, estético y conceptual que invite a una visita abierta a la interpretación personal de cada visitante".

¿Y qué visión del fracaso presenta cada uno de los autores? El propio Alfonso Doncel sirve de guía para explicar de qué forma sus "amigos" y colaboradores han participado en la construcción de cada pieza de este otro barco artístico, afortunadamente no naufragado.

Antonio Sáez. Este escritor y profesor de la Universidad de Evora ha escrito Vanitas , en la que aborda el paso del tiempo, la identidad como proceso, la huida y el refugio, la degradación y la imposibilidad para desaparecer, las diferentes formas y máscaras de la erosión. Su relato, que protagoniza un vagabundo, sumerge al lector en una historia real o que podría ser real.

Pedro J. Gómez. El fotógrafo ha reunido un fondo de imágenes fruto de sus visitas al barco y sus alrededores. En ellas se refleja un interés por determinadas dualidades: vida y muerte, éxito y fracaso, ausencia y presencia, realidad y sueño, historia y no historia. Y, en un terreno físico, plasma elementos naturales como la arena, el agua, las piedras, el hierro, la luz... El conjunto expuesto lo forman quince obras.

Javier Cano. El crítico de arte ha escrito un ensayo sobre las batallas que plantea la condición humana: contra la religión, la sociedad y la naturaleza, y se muestra pesimista sobre la deriva del mundo actual, en el que la razón no es más que el fracaso. Sólo queda, concluye, la ironía como tabla de salvación.

Arni Giraldo. Este director de fotografía ha elaborado un vídeo de seis minutos, en el cual, del amanecer al crepúsculo, relata un ciclo de tiempo, vida, luz y agua, acompañado de una banda sonora con coros.

Daniel Almoril. En el vídeo del realizador, un conjunto de seis músicos interpreta con instrumentos de cuerda y viento Façades , de Philip Glas. El paisaje de fondo en el que actúan es el de la playa donde está varado el barco. El vídeo contiene la imagen del que podría ser el capitán del barco y sus pensamientos al contemplar su nave naufragada, desde el acantilado cercano.