Asombrados al constatar que no queda un solo vestigio quijotesco en la sociedad contemporánea, Els Joglars recupera los rasgos del auténtico Quijote en su último montaje titulado En un lugar de Manhattan , que anoche representó en el teatro López de Ayala y que hoy cierra la XXIX edición del Festival Internacional de Teatro y Danza Contemporáneos de Badajoz.

Con esta obra, escrita y dirigida por Albert Boadella, la mítica compañía catalana que lleva 45 años en los escenarios rinde su particular tributo al Quijote de Cervantes, tras aceptar el encargo de la comunidad de Madrid de sumarse a la celebración del IV centenario de la publicación de Don Quijote de la Mancha . "Hoy la figura del Quijote y sus valores están abolidos, totalmente en desuso. La dignidad, el honor, el trato caballeroso o el amor platónico, son valores obsoletos, si fueran promulgados por alguien sería tachado de loco", según declaró ayer Jesús Agelet, uno de los actores, que junto con Ramón Fonteseré, también del grupo, presentaron la obra.

La intención

La controversia y el enfrentamiento entre la sociedad actual y el Quijote y la proliferación de montajes modernos y vanguardistas con pretensiones de modernizar el mito literario sin adentrarse en sus verdaderos valores, están presentes en esta obra. La trama transcurre en Manhattan, donde una prestigiosa directora de teatro argentina prepara una obra vanguardista y rompedora. En la sala de ensayos surge un problema: una gotera, y poco después de empezar la representación aparecen dos fontaneros a arreglala. "Se identifica enseguida a los dos fontaneros con don Quijote y Sancho, que se encuentran en un psiquiátrico en régimen abierto y se dedican a enmendar entuertos, no de caballería sino de fontanería".

Los actores de la compañía de Manhattan les preparan a los fontaneros bromas y los ponen en situaciones que sugieren pasajes del Quijote. En la obra de Els Joglars, que dura dos horas y tres minutos, "Don Quijote es un personaje muy castellano y Sancho es más periférico, podría haber sido gallego, extremeño o andaluz, pero nos pareció que fuera catalán", según Agelet, quien reconoció que en sus giras nunca han encontrado rechazo a los catalanes, aunque sí han sentido los efectos del boicot por la participación de Boadella en la fundación de Ciudadanos de Cataluña. "Si dices que no eres nacionalista estás marcado".

Aunque el enredo de la obra da una sensación de natural espontaneidad, los ensayos han llevado más de seis meses, "hemos batido el récord de ensayos generales, hemos hecho 37", explicaron. Ahora trabajan en otro montaje de pequeño formato sobre los toros.