La Consejería de Cultura mantiene su intención de que el empedrado de la plaza de San Andrés de Badajoz se incluya en el Inventario del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura y espera que el expediente pueda completarse este año, según informó este lunes a este diario. La consejería tomó la decisión de optar por esta figura de protección en febrero del año pasado; ha transcurrido por lo tanto más de año y medio, pero aún no se ha materializado. El motivo que alega ahora es que «la suspensión de plazos administrativos ha afectado a la tramitación».

La Junta de Extremadura respondió así después de que la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz, el colectivo que en el 2014 presentó la solicitud para la declaración de este empedrado como Bien de interés Cultural (BIC), publicase un comunicado pidiendo expresamente al presidente del Ejecutivo Extremeño, Guillermo Fernández Vara, que «interceda» para resolver el expediente que esta asociación inició hace ya seis años. La Cívica recordó que en febrero del año pasado el compromiso de la consejería fue que el empedrado de esta plaza estaría inscrito como Bien Inventariado antes de que concluyese ese año.

La Junta optó por esta figura porque no delimita el entorno de protección alrededor del bien protegido, como sí hace el BIC. La «rebaja» en la protección fue aceptada por la Asociación Cívica, «si con ello se conseguía proteger el ejemplo más antiguo de calçadinha portuguesa que existe en España (data de 1988)».

Pero terminó el 2019 «y casi ha pasado el 2020 y todavía no se ha culminado el expediente». Este colectivo achaca el retraso a la «falta de interés por el patrimonio histórico de Badajoz por parte de la Junta de Extremadura», por lo que reclama a su presidente «que tome la iniciativa».

Este diario publicó a finales del pasado mes de mayo, en pleno confinamiento, que la consejería mantenía su compromiso, pero su inclusión en el inventario se estaba demorando debido a «la dificultad técnica en relacionar las características especiales del bien como pavimento urbano con la clasificación del inventario». No obstante, en aquel momento, la Junta defendió su interés en incorporar el empedrado de esta histórica plaza «estableciendo así las máximas medidas de protección patrimonial sobre el bien».