Empleados de Caixa Geral en Extremadura, convocados por los sindicatos UGT y CCOO, protagonizaron ayer una protesta ante la oficina de la entidad en la avenida Juan Carlos I de Badajoz para exigir que se mantengan sus puestos de trabajo y reclamar información sobre el proceso de venta del banco, que está previsto que se cierre en el mes de septiembre, aunque temen que se pudiera adelantar.

Teodoro Blanch, presidente del comité de empresa, mostró la «precoupación» de los trabajadores --unos 130 en la región repartidos en 41 oficinas y servicios centrales-- por su futuro, pues «la falta de transparencia» está siendo una constante en el proceso. La plantilla de Caixa Geral en Extremadura representa la cuarta parte del total de los trabajadores en España (538).

Los sindicatos lamentaron que, pese a tratarse de una entidad pública, no están recibiendo información sobre un asunto que les afecta directamente y que en el documento de venta no se valora el mantenimiento de puestos de trabajo, por lo que temen que se produzca un «gran recorte de empleo» por parte del comprador. Se cuenta con tres entidades seleccionadas para la compra: Abanca, Cajamar y el fondo de inversión de Estados Unidos Cerberus.

Ya ha habido movilizaciones similares de empleados de Caixa Geral en Vigo y Madrid.