El Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz ha condenado a un año de prisión y otro de inhabilitación especial a un empresario penalmente responsable de un delito de lesiones imprudentes en un accidente laboral en el que un mozo de almacén perdió dos dedos. Además, deberá pagarle 107.596 euros.

El 15 de septiembre del 2005 el trabajador, de 28 años, de la empresa Mi Bricolage cortaba madera con una sierra eléctrica vertical, cuando al introducir el tablero en la máquina, el dispositivo de corte, que no estaba resguardado, le alcanzó su mano izquierda, causándole la amputación traumática de dos dedos y artrosis en un tercero.

Según la sentencia, la causa fundamental del accidente fue la ausencia total de información y formación en materia de prevención al trabajador, que llevaba un mes en la empresa como mozo.