El conflicto por el cierre de nueve de las 11 plantas de áridos de la ciudad baja de intensidad, al acordar ayer las asociaciones de empresarios de extractores de áridos (Anefa) y de fabricantes de hormigón (Anefhor) con el alcalde la retirada de los camiones.

La decisión se adoptó ante la apertura de una puerta, que se pueda sacar la materia prima que los hormigoneros tienen acopiadas desde antes del conflicto. Este hecho supone un periodo de paz, aunque las plantas continuarán precintadas y las denuncias interpuestas su camino, según un portavoz de los empresarios.

Fuentes del ayuntamiento afirmaron que no se dio una solución ni hubo acuerdos definitivos, pero que quedaron en seguir trabajando.