Un grupo de empresarios de Santa Marina están dando los primeros pasos para recuperar su asociación, que se disolvió oficialmente en marzo del año pasado después de que fracasara su proyecto de centro comercial abierto, según reprocharon entonces, por falta de apoyo institucional. Ahora varios empresarios, entre ellos miembros de la antigua junta directiva, pretenden constituir de nuevo una asociación "porque la unión hace la fuerza y cuanto más unidos estemos mayor impulso podremos dar al comercio de la zona", según argumentó José Antonio Trejo, expresidente de los empresarios de Santa Marina.

Trejo reconoció que no está siendo tarea fácil reactivar de nuevo el colectivo ni encontrar a personas que quieran ponerse al frente de la asociación, pues en la actual coyuntura económica son muchos los empresarios que dedican todos sus esfuerzos a salvar sus negocios. Pero es precisamente por la situación actual por lo que Trejo cree que la unión de los empresarios tendría un papel fundamental en la dinamización de la actividad comercial.

CAMPAÑAS El expresidente de los comerciantes reconoció que, a pesar de no haberse podido convertir en centro comercial abierto, Santa Marina, con 300 establecimientos (a pesar de que han sido muchos los negocios que han tenido que echar el cierre por la crisis), puede sacar rédito de la unión del sector a través de campañas concretas que reactiven las ventas.

Aunque reconoce que la apertura del centro comercial El Faro resintió la actividad en la zona, una vez pasado el boom inicial, la afluencia de público a los negocios de Santa Marina se ha estabilizado, incluso en lo que se refiere a la clientela portuguesa. "Creo que, aunque como todos notamos la apertura de El Faro, es a los que menos nos ha podido afectar, porque El Corte Inglés sigue siendo un foco importante para atraer al público", apuntó.

Lo que sí cree que perjudica a los negocios de Santa Marina, especialmente a los más cercanos, es que el párking de Conquistadores se mantenga cerrado aún. El empresario recordó que cuando se valló la explanada que servía hasta entonces de aparcamiento para iniciar las obras ya supuso un golpe para el comercio, que tenía puestas sus espectativas en el funcionamiento de las instalaciones. "Es un problema que se ha enquistado entre el empresario y el ayuntamiento y parece que no tiene visos de que haya una solución rápida", lamentó José Antonio Trejo.