Santa Marina se queda finalmente sin centro comercial abierto, según confirmó ayer José Antonio Trejo, presidente de la asociación de empresarios, que promovía el proyecto para convertir su área de influencia en la cuarta iniciativa de este tipo en la ciudad tras las de Menacho, San Roque y Casco Antiguo.

Para Trejo, "la falta de apoyo municipal" ha sido la causa de que su proyecto haya quedado en suspenso y no se cumpla un objetivo en el que han invertido "tiempo, trabajo y dinero" que ahora dan por perdidos. "Supone una desilusión total", lamentó.

Hace cinco años que los empresarios de Santa Marina anunciaron su interés por crear un centro comercial abierto. Entonces, presentaron su proyecto junto con los comerciantes de Valdepasillas, pero se desestimó. Al año siguiente, volvieron optar a las ayudas de la Dirección General de Comercio para este tipo de áreas comerciales, ya en solitario, pero tampoco pudo ser. En el 2009 fue el tercer intento, aunque decidieron aplazar el proyecto hasta el 2010 por las dificultades de financiación y cumplimento de plazos, a sugerencia del ayuntamiento y la Junta, según recordó Trejo.

El presidente de los empresarios señaló que en esa convocatoria ha sido cuando el ayuntamiento ha retirado el respaldo a su proyecto --al que ya había dado el visto bueno dos veces antes--, "porque no les gustaba el diseño y no lo veían viable", dijo. También reprochó que desde la Administración local se hubieran "ralentizado" los trámites.

La última convocatoria para subvencionar el desarrollo de centros comerciales abiertos se cerró hace una semana y la Junta ha dejado sin efecto la orden de concesión de este tipo de ayudas en el marco de su política de austeridad en el gasto público. Por ello, de momento, el proyecto de los empresarios de Santa Marina no tendrá otra oportunidad.

Para los comerciantes, esta circunstancia los deja en "condiciones de inferioridad" respecto a otras áreas comerciales de la ciudad, puesto que la asociación no tiene capacidad para asumir por su cuenta el coste de infraestructuras como el microclima o el wi-fi, que se han subvencionado en otros proyectos.

Además, Trejo señaló que no solo se ha perjudicado a los negocios que se ubican en el área de influencia que hubiera tenido el centro comercial abierto (unos 200, 150 de ellos asociados), sino que indirectamente también se ha dañado al medio millar de establecimientos asentados en Santa Marina.

El concejal de Comercio, Germán López Iglesias, rechazó ayer de plano que la falta de apoyo municipal haya sido el motivo por el que el proyecto de centro comercial abierto de Santa Marina no haya salido adelante. Por el contrario, el edil defendió que el equipo de gobierno ha prestado un respaldo "incondicional" a la asociación, como se hizo con San Roque, Menacho y Casco Antiguo en su día.

López Iglesias añadió que el ayuntamiento cumplió con su cometido de "simple intermediario" --en los nuevos proyectos la Junta financia el 75% de la inversión y el ayuntamiento el 25% restante--. Así, el concejal recordó que los técnicos municipales revisaron el proyecto, se consensuaron con los empresarios las rectificaciones que había que llevar a cabo --"que tardaron mucho en hacerlas", recalcó--, se aprobó y se remitió a la Dirección General de Comercio. "Mérida le requirió a ellos una documentación y nunca nos llegó", aseguró.

Esta versión es la misma que que ayer ofreció la Dirección General de Comercio, que explicó que tras recibir el proyecto de Santa Marina se hizo un requerimiento en cuanto al contenido del mismo, al que no obtuvo respuesta, por lo que se desestimó. Trejo aseguró que la asociación no ha tenido constancia de "ningún requerimiento formal ni del ayuntamiento ni de la Junta".