La Cámara de Comercio de Badajoz tiene la oportunidad esta vez de escapar del caciquismo que durante décadas viene ejerciendo sobre ella Antonio Masa Godoy . La Cámara de Comercio y la patronal extremeña son las únicas entidades regionales que no se han renovado en toda la democracia. Mientras que las instituciones políticas, la judicatura, las unidades militares, la sociedad, todo el mundo en fin, han dado paso en estos años a las nuevas generaciones, produciéndose en todas ellas un proceso de regeneración biológica, democrática y mental, ahí sigue la Cámara de Comercio de Badajoz, la Confederación de Empresarios de Badajoz y la Confederación Regional Empresarial Extremeña regidas por la misma persona desde hace décadas, una persona al frente de los empresarios sin ser empresaria ella, sin haber hecho nunca una inversión productiva, sin haber creado más puestos de trabajo que los de su secretaria y los de los pocos obreros de las fincas que ha ido adquiriendo, que eso sí ha sabido hacerlo bien, hacerse con un gran patrimonio personal que excede a sus ingresos, basado en la especulación y en la inversión decimonónica de comprar casas y tierras, y utilizar las organizaciones que preside o controla para su beneficio y para enchufar a sus familiares.

Los empresarios de Badajoz y de Extremadura han dado pasos de gigante en las últimas décadas en todo, menos en la renovación de su caduca representación. Es inimaginable que en otra región de España, emprendedores de la talla de Alfonso Gallardo o de Ricardo Leal Cordobés estuvieran presididos por un Antonio Masa. Acabamos de ver, por ejemplo, la reacción de los empresarios catalanes frente al presidente de la CEOE, Díaz Ferrán , que, al margen de sus problemas económicos, sí que es un empresario de verdad.

Ahora, con las elecciones a la Cámara de Comercio de Badajoz, los empresarios tienen la posibilidad de democratizar por fin esta entidad y quitarla del control de Antonio Masa. Para ello se han reunido un grupo de empresarios de todos los sectores, nucleados en torno a Jorge Gruart . No puedo creer que la sociedad extremeña se haya regenerado y renovado en todos los ámbitos, menos en el de su representación empresarial. Ahora es el momento. La Cámara tiene que volver a ser de la sociedad.