Enrique Mendoza dejará la presidencia de la Asociación para la Defensa de Animales Abandonados (Adana) tras 11 años en el cargo. Su marcha se oficializará en la asamblea que el colectivo celebrará mañana, cuando también se nombrará como nuevo presidente de la asociación a Agustín Mansilla, actual vicepresidente.

A la hora de hacer balance, Mendoza asegura que estar más de una década al frente de Adana ha hecho que se refuerce su convencimiento de que la solución para proteger a los animales frente al abandono es "la educación, la educación y la educación", repite. Asimismo, su labor le ha hecho llegar a la conclusión de que son necesarias "medidas represoras" para aquellas personas que abandonen a sus mascotas, según reconoce la Ley de Protección Animal.

Una de las prioridades de su gestión ha sido lograr que se desarrolle el reglamento que regule la Ley 5/2002 de Protección Animal de Extremadura, que aún está pendiente, "porque ahora solamente se obliga a que el animal lleve un microchip, que es una forma de sacar dinero", mientras que, según defiende, se debe crear un registro "estricto" que obligue al propietario a informar cuando transfiera al animal a otra persona para que se sepa en todo momento a quien compete la responsabilidad.