Cáritas, Juventud Estudiante Católica, Confederación de Religiosos y Hermandad Obrera de Acción Católica presentaron ayer la iniciativa Iglesia por el trabajo decente, en la que denuncian «el injusto marco laboral y social de muchos trabajadores», según Jesús Pérez, de Cáritas, Fernando Pereira (JEC), Pilar Cuevas (Confer) y Arantza Maestu (HOAC), que reclamaron «un trabajo que dignifique a la persona».

Estas organizaciones se dirigen a las administraciones, empresas y sociedad en general para denunciar que «no todo el mundo sale de la crisis», que «la salida es muy desigual y deja unas condiciones indignas de trabajo para muchos». Recordaron que hay casi 130.000 parados en la región, una temporalidad del 35%, que «genera mucha incertidumbre en la vida de las personas».

Pérez explicó que «si hablamos de pobreza laboral es porque hay 13 millones de españoles que trabajan y son pobres; no basta con tener empleo», que «debe ser seguro, bien remunerado y concilie la vida familiar». Y recordó que en la región el salario medio de la mujer es de 17.000 euros frente a los 21.000 de España, y del hombre 21.000 frente a 25.900.

Cáritas sigue atendiendo al mismo número de personas necesitadas que en plena crisis, «pasa de unas 7.700 a 7.000, baja muy poquito», según datos que presentará próximamente.

Por ello han organizado un coffee breack el día 30 a las 18.30 en San Francisco con siete mesas para informar y compartir experiencias, y una Círculo de silencio después en San Atón, para concluir con una vigilia de oración.

Estos colectivos participarán en los actos convocados para el 1 de Mayo por los sindicatos en Mérida y en Badajoz.