El acceso a Badajoz por la carretera Ex-100 volverá a abrirse al tráfico el próximo mes de julio, una vez se construya una nueva estructura sobre la vía del ferrocarril, que se encontraba en mal estado y que obligará a demoler parte de la carretera actual en ese tramo. Mientras tanto, se mantendrá el desvío de vehículos por la A-5 para entrar en la capital pacense.

De esta forma se prolongará el corte de la carretera de Cáceres a la entrada a Badajoz, que se cerró en julio del 2007 hasta marzo del 2008, otros cuatro meses.

No obstante, el desdoblamiento de la Ex-100, desde Marchivirito hasta el cruce de San Vicente, sigue su curso "a buen ritmo y según lo previsto", según aseguró ayer el consejero de Fomento, José Luis Quintana, que visitó las obras acompañado por técnicos de la consejería y de las empresas Joca y FCC, que forman la unión temporal encargada de este proyecto, que supera los 20 millones de euros.

Esta obra, según recordó Quintana, forma parte de la futura autovía Badajoz-Cáceres, como vía de penetración a Badajoz, que realiza la Junta y que el Gobierno de España pagará una vez finalizada, "porque para la Junta de Extremadura es una obra prioritaria que estará dentro del Plan de Infraestructuras que se presentará en la asamblea y en el que están trabajando ya los distintos departamentos para que sea una realidad".

HECHA LA MITAD Hasta el momento se ha ejecutado ya la mitad de la obra y se están cumpliendo los plazos previstos en el contrato, según el consejero, por lo que la obra estará terminada en el verano del 2009. La empresa adjudicataria dispone de un plazo de 30 meses que empezó a contar a partir de noviembre del 2006.

Se está actuando en 5,5 kilómetros, donde se realizan dos calzadas de 10,5 metros con una mediana de ancho variable y se contempla la ejecución de tres estructuras (puentes), una sobre la línea del ferrocarril, otra sobre el río Gévora y otra sobre la Ex-110, así como seis glorietas, tres en tramo urbano y otras tres en interurbano.

Entre los trabajos que se realizan se incluye la reposición de los servicios urbanos afectados por la obra, entre ellos dos tuberías de gran diámetro destinadas al abastecimiento de Badajoz y de pueblos de su entorno.

Eduardo Garre Cruz, director de la obra, explicó que el tramo en variante desde el puente de Gévora hasta la intersección con la Ex-110, "es el más adelantado". Está solo a falta de la última capa de aglomerado, la señalización, la pintura y jardinería, "para dejar pasar el tráfico a medidados de abril. Justo antes del puente de Gévora se incorporará el tráfico a la carretera actual, pero como no está terminada se desviará por la A-5 hasta julio".

La obra contempla también un carril-bici hasta la tercera glorieta (la primera va en San Blas, la segunda es la de la Escuela de Ingenierías Agrarias y la tercera la del Semillero de Empresas) "y a partir de ahí se habilitará un sendero verde para bicis que discurrirá por el interior de la vía pecuaria y que se señalizará para evitar la entrada de vehículos".

LA DE VALVERDE Respecto al desdoblamiento de la carretera de Valverde, el consejero explicó que en estos momentos se están ejecutando los movimientos de tierra y también se están realizando el drenaje transversal, el saneamiento y la reposición de los servicios afectados, en especial la canalización de la fibra óptica y los desvíos de las tuberías de abastecimiento. Según dijo, se mantendrá el tráfico en esta vía en todo momento y para mejorar la circulación se utilizará el desvío de La Banasta.