Fue Eduardo Alvarado, cuando era consejero de Obras Públicas, el que anunció en enero del 2003 la construcción de un paso elevado en la base militar y una glorieta en la entrada a Valdebótoa. En principio, la idea era suprimir algunos de los accesos al poblado y mantener sólo dos. Sin embargo, los vecinos recogieron firmas y finalmente consiguieron que la Junta mantuviese el acceso de la avenida Nuestra Señora de Bótoa, que es la zona de ampliación del pueblo.

Pero esta solución tampoco ha gustado a todo el mundo, y parece que los vecinos de la calle San José creen haber salido perdiendo. Antonio Otero, de la panadería Hermanos Otero, confirmaba que, efectivamente, el cierre de la calle les ha perjudicado, porque ésta era la entrada principal y tradicional de Valdebótoa y se accedía directamente a sus negocios.

Pero Antonio Otero cree que a otros residentes les va peor que a él porque su panadería ya tiene su clientela, que continúa acudiendo a diario, aunque la calle esté cortada por la carretera.